El Festival Internacional de Viña del Mar, uno de los eventos artísticos más importantes de América Latina, fue suspendido por segundo año consecutivo debido al Covid-19, pese a que el país atraviesa uno de sus mejores momentos pandémicos con más libertad desde la llegada del virus y con alrededor del 1% de positividad en las pruebas de PCR desde hace semanas.
El Concejo Municipal de la ciudad balnearia, ubicada a 110 kilómetros de Santiago, la capital chilena, lo resolvió con nueve votos a favor y uno en contra.
Cabe señalar que hace unos días tanto TVN como Canal 13, las dos emisoras que iban a televisar el evento, solicitaron la suspensión porque «no estaban dadas las condiciones para la explotación de la concesión en las condiciones licitadas».
Tras la decisión del Concejo, ambos canales emitieron una declaración pública diciendo que «llegaron a un acuerdo con la Ilustre Municipalidad de Viña del Mar para la suspensión de la edición 2022».
El tema económico pesó en la decisión, ya que el Concejo señaló que la contingencia afectaría la venta de entradas, uno de los principales ingresos para la realización del espectáculo junto a los patrocinadores.
Se argumentó que, en caso de realizar el evento, se debía «contar con el aforo completo de la Quinta Vergara (y no con el 35% autorizado) para la venta de tickets para las 6 noches del Festival. En caso contrario el Municipio debería financiar los boletos no vendidos, que ascenderían al 65% en fase 4».
Chile, con 1,64 millones de casos de Covid-19 y más de 37.000 muertes, se está recuperando paulatinamente tras una grave segunda ola que duró de marzo a julio con extensas cuarentenas.